miércoles, 2 de noviembre de 2011

LLANTO CANTADO


Soy como el ruiseñor, que sólo entona.
su concierto más íntimo y sentido
cuando su amada vuelve hacía el nido,
y en el sombrío bosque la abandona.

Entre lo mas espeso de la zona,
y entre la zarzamora recluido
es un llanto en trinos convertidos,
lo que en sus soledades pregona.

Desde tu inesperada despedida,
es nuestro hogar, el bosque de mi vida
para ti, mis poemas elaboro.

y como el ruiseñor, nadie mi clave,
acierta a descifrar, y nadie sabe
si a través de mis versos, canto o lloro.


José Sancho Rodríguez.

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