miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL OJEO


¿Has visto algún ojeo
simpático amiguito?
pues si es tu deseo
hetelo aquí descrito,
dicen que es un deporte muy bonito.

Tiene también dos caras,
como todas las cosas,
ciertas costumbres raras
algo pecaminosas,
y manifestaciones ampulosas.

Arriban en sus coches,
los francotiradores
y engullen con derroche,
fiambres y licores,
todos en apariencia, son señores.

La infantería llega,
tras largo caminar
portando su talega,
un ligero yantar,
para sobre la marca repostar.

Se le atorga el derecho,
al equipo pedante
si algo de provecho,
encuentra en el sobrante,
que a veces suele ser, bueno y bastante.

A la furia humana,
órdenes se le dan
y en la cuenca cercana
cerrando el cerco van,
oteando los montes como un can.

Para pasar a otro,
lugar determinado
en la mula o el potro,
van los que no han dado,
según la tradiciones del pasado.
Sigue el de la talego,
su marcha jadeante
y otra vez se despliega,
cual águila rapante
sin acusar, cansancio su semblante.

Cuando llega la noche,
tornan a sus hogares
unos, van en el coche,
narrando los azares
y los otros, por medios muy dispares.

¿No crees amiguito,
que en la campestre fonda
sería más bonito,
la escopeta y la onda
formando fraternal, mesa redonda?.

Nada hay que lo estorbe,
nada hay que lo impida
pero así en todo orbe,
está constituida
la gran tragicomedia de la vida.


Bonitos verso narró el Poeta Sancho en aquella época.


José Sancho Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario