sábado, 30 de enero de 2016

PAJAROS DE MAL AGUERO.

  Poeta soy por apodo,
y aunque en el arte algo apunto
yo quisiera de otro modo,
poder tratar del asunto
como un poeta del todo.

  Mas no se de ortográfica,
ni prosodia ni sintaxis 
ni tengo mundología
por lo tanto no sé casi
cultivar la poesía.

  Hoy me lamento quejoso,
porque nunca fui holgazán
ni cazador silencioso,
y siempre he comido el pan
fruto del trabajo honroso.

  En muy rara ocasiones,
y por muy raras razones
hago de fuerza derroche
por esos campos de noche,
detrás de los perdigones.

  Y en las veces que he andado,
con datos lo justifico
que a nadie he molestado
ni nunca he tropezado,
con pájaros que abra el pico.

  Siempre hui de los terrones,
que son de esos reyezuelos
donde hay pájaros buenos,
siempre de soberbia llenos
presto a extender el vuelo.

  ¿Cómo iba yo a ir,
a la Huerta de la Breña
oyendo siempre decir,
el funesto santo y seña
que allí suele de pedir.?

  ¿Iba ya ir a la Huerta,
con las veces que aquí escucho
que los pájaros de Huerta
son buenos y cantan mucho
y su cantada es muy cierta.?

  No se precisa consejo,
y esa aves no difamo
ni de su cante me quejo,
pues mire usted si estoy lejos
y aquí llega mi reclamo.

  Pues que se vallan callando,
que yo cuando esté pagando
en la calle de la Sevilla
lo voy a hacer cantando
esta postrera quintilla.

 Cosidos en el puchero,
Juan Copua se los traga
el poeta da el dinero,
que siempre dirá que paga
pájaros de mal agüero.

  Estos versos los hizo el Poeta Sancho a un señorito
de los años 65 que lo llevaban en un sillón para cazar
el reclamo de la perdiz..