domingo, 4 de abril de 2010

LOS MODERNOS DIEGOS

Si el Poeta Sancho viviera hoy y contemplara como está la corrupción que buenos versos podría hacer como este que dice a sí.

Iba yo casualmente,
en busca de algún dinero
y como es cosa corriente,
dispuesto a darme de frente,
con un temible (osurero)

Y en la calle en pleno día,
un bandido de colegio
perpetró una fechoría,
que no llamo sacrilegio
porque allí santos no abía.

Sin barbuquejo ni faca,
sin pistola ni trabuco
la estilográfica saca,
y como en el cine un truco
cínicamente me atraca.

Y como un "filú" no tenia,
tres anónimos me echóe imperioso me decía,
a ver si no tengo yo
que encañonarte otro día.

Pues con un bolsillo lleno,
de anónimos oficiales
me fuí alejando sereno,
desde luego iba bueno
para unos carnavale´.

Porque caen a la calle,
las canales cuando llueve
me reclama cien reales,
un alguien que no se atreve,
a robar como Pernales.

Un cerdo que yo crié,
y en mi casa lo engordé
con cebada que era mía,
pues nadie me parecía,
que tuviese parte en él.

Y por trazar dos reglones,
y autorizar su muerte
veinticinco pesetones,
Dios le dé salud y suerte,
y yo le doy expresiones.

Y a mi amigo el panadero,
quiere cuarenta pesetas
ese fabuloso hornero,
que con esta jugarreta,
ha jurado ser banquero.

No sé, por qué de repente,
se me vino a la memoria
la historía de aquel valiente,
llamado Diego Corriente,
el que así escribe la historia.

Ya viene Diego Corriente,
el ladrón de Andalucía
el que robaba al pudiente,
pero al pobre socorría.

De estos modernos Diego,
se ecribirá de otro modo
los tiene el arte tan ciegos
que a burgueces y labriegos,
los roban del mismo modo.

Cuando su historía se escriba,
será un libro muy brillante
y ya lo verá el que viva,
es fácil que en voz activa,
de esta manera se cante.

Ya viene otro zanganote,
echarlo de la colmena
cogerlo con un garrote
darle una paliza buena,
y echarlo al campo que trote.

El que a mí me dio el atraco,
no tiene culpa ninguna
está el pobre hasta flaco,
y por su semblante saco,
el fondo de su fortuna.

En una charla sencilla,
sobre el mostrador de Recio
me dijo que la cuadrilla le hacía quemar la villa,
y él, cobraba poco precio.

Los anónimos le dan,
y los detalles del plan
y le dicen ¿allá pena?
y ellos cada cual se están,
allá en su Sierra Morena.

Deliberando el asunto,
he pensado de pagar
si es que el dinero lo junto,
pero solo me pregunto¿esto se puede llevar?.

José Sancho Rodríguez.. año 1.948