sábado, 26 de noviembre de 2011

VERDAD SIN VALOR (soneto)


La más sanguinolenta y fuerte fiera,
cuando algún abundante botín cobra
abandona aquello que le sobra,
para que lo aproveche quien lo quiera.

Y el “hombre” que a los vientos vocifera,
la humana tecnocracia de su obra
contempla con impávida zozobra,
que su débil hermano de hambre muera.

Basado en su lógica inhumana,
conserva para el día de mañana
aquello que a otro le es urgente.

A cuanto de la muerte salvara,
y cuanto sufrimiento se causara
con lo que gasta él, superfluamente.


José Sancho Rodríguez.

sábado, 19 de noviembre de 2011

CUANDO TÚ SEMBRAR PUEDASTU ILUSIÓN

Parece que el destino se complace,
sumando densidad a la amargura
de aquel que con el yugo al cuello nace,
¡campesino sin tierra y sin cultura!.

Tu infortunio, no tiene paliativo,
serás desconocido y olvidado
hasta que des el paso decisivo,
y seas por las leyes liberado.

Por leyes democráticas y justas,
que difamen del pueblo verdadero
que no se hagan cumplir con una fusta,
que no sean esclavas del dinero.

Cuando las dichas leyes te liberen,
verás amanecer un nuevo día
y muchas de la penas que hoy te hieren,
verás de convertirse en alegría.

Cuando tú tengas tierras, campesino,
y en ellas sembrar puedas tú ilusión
llegará a dar gracias tu destino,
que te dio la más noble profesión.

Cando tú tengas tierra y herramientas,
llegarán tus copiosos excedentes
a las tribus famélicas y hambrientas,
que albergan, los cinco continentes.

Tú cambiarás el curso de los ríos,
que oculto por la selva y la maleza
descienden por los páramos bravíos,
y en los mares se pierde su riqueza.

Harás que de sus aguas la frescura,
por los campos raquíticos y secos
transforme de la vida la escritura,
y en ellos de esperanza suene el eco.


Tú crearás un plan de agricultores,
con tan elemental filosofía
que del campo los tristes sin sabores,
se transforman en himnos de alegría.

Harás que se produzca el gran milagro,
que suene en el reloj esa gran hora
y que sólo impere sobre el agro,
aquel que la cultiva y la mejora.

Abolirás la plaga intermediaría,
que pone autoridad su prestancia
y que nutre su vida sedentaria,
restringiendo tu ínfima ganancia.

Tus productos irán directamente,
valorados para el consumidor
y en un mercado libre y floreciente,
el campo marchará mucho mejor.

Cuando tú tengas tierra campesino,
y en ellas sembrar puedas tu ilusión
llegará a dar gracias al destino,
que te dio la más noble profesión..

Bonitos verso narra el Poeta sancho para los labran la Tierra.

José Sancho Rodríguez.

jueves, 17 de noviembre de 2011

LA CORRIENTE DE LA VIDA


Arroyo que vas al río,
río, que vas hacia el mar
vuestro destino y el mío,
se pueden homologar.

Un día el sol ilumina,
vuestras aguas de cristal
y el gentil chopo real,
por verse en ella se inclina.

Cual vertebrado reptil,
surcáis la geografía
desgranado gotas mil,
de acuática melodía.

Al borde, en la zarzamora,
el ruiseñor escondido
custodia su tierno nido,
sin saber si canta o llora.

Otro día de la nube,
surge la torrencial lluvia
y a vuestro nivel ya sube,
con agua revuelta y turbia.

Y de la calma infinita,
pasáis a la turbulencia
con estruendo sin cadencia,
y el chopo real crepita.

El Ruiseñor, no suena,
mas vuestra corriente al mar
sea revuelta o serena,
no deja de caminar.

También mi existencia un día,
como por mágico hechizo
la ilumina la alegría,
y es el mundo un paraíso.


Todo por él me sonríe,
y me es interesante
y del prójimo me engríe,
lo más insignificante.

Pero otro día también,
mi infortunio tanto crece
que del incinero Edén,
la dicha se desvanece.

De todo cambia la faz,
de todo cambia el acento
y siempre es más fugaz,
la dicha que el sufrimiento.

Bien se puede comprar,
el final de nuestra suerte
sin dejar de caminar,
¡Tú, hacia la mar, yo, hacia la fuente!.

José Sancho Rodríguez.

lunes, 14 de noviembre de 2011

LAS LLUVIAS


Que bonita es la lluvia,
cuando del cielo cae
y es azul o rubia,
la nube que la trae.

Los terrenos se inundan,
la absorben cristalina
y en su entrañas fecunda,
la semilla germina.

Las aves deambulan,
buscando, inofensivos
insectos que pululan,
del agua, fugitivos.

El gazapo en la loma,
salta del matorral
y retozos tema,
la ducha celestial.

Una galaxia bella,
parece la entamada
pende como una estrella,
la gota, iluminada.

Y el hombre contemplando,
la lluvia bienvenida
dice al cielo mirando,
Señor, esto es la vida.

Y que fea es la lluvia,
cuando la nube es negra
cae fuerte, y se enturbia,
y el suelo desintegra.

Cuan torrencialmente,
salpica violenta
¡que horrible, que imponente!
resulta la tormenta.


Cuando arrastra el barbecho,
el pasto y sementeras
y el río vuelve lecho,
la hortícola ribera.

La Galaxia de gotas,
no pende en la entamada
y al suelo caen rotas,
la hojas desgarradas.

La luz zigzagueante,
del relámpago alumbra
el campo, un breve instante,
y vuelve a la penumbra.

Cielo y tierra se junta,
todo huye y se esconde
y el hombre se pregunta,
¿dónde está Dios? ¿a dónde?

Y al invadir la tierra,
esa fuerza mayor
silencioso se encierra,
orando, en su interior.

Y rehuyendo el duelo,
porque enorme se advierte
dice, mirando al cielo,
¡señor esta es la muerte!.

José Sancho Rodríguez.

domingo, 13 de noviembre de 2011

SALUDO A LA DEMOCRACIA


Vientos demócratas llegan,
y a vertiginoso ritmo
los franquistas se despegan,
del cadáver del franquismo.

Vientos demócratas suenan,
y los franquistas con prisa
disimulan y se entrenan,
para cambiar de camisa.

¡Cambio triste cual entierro!,
y amargo cual la cicuta
pero nadie afrenta el yerro,
de no variar la ruta.

Dejarle a otro el pesebre,
lleno de pan y poder
causa en el humano ser,
una delirante fiebre.

Cual pesadilla en cadena,
por sus montes van pasando
cuarenta años mandando,
y chupando a boca llena.

Hoy, movilizan su audacia,
acometiendo con sañas
a la impúber Democracia,
reestrenada en España.

Enarbolan sus pendones,
camuflado en su conjura
para producir razones,
para otra dictadura.

Ni América ni Europa,
frases de alientos nos niegan
y del mundo viento en popa,
vientos demócratas llegan.

Tras larga confinación,
retornas por nuestros ares
y, a pesar de los pesares,
nos devuelven la ilusión.

Y olvidando,
el capítulo nefasto
que enlútese nuestra Historia,
sus himnos de paz y gloría
te abraza España cantando.

Forjando el régimen nuevo,
que democráticamente
irá haciendo el relevo,
que el pueblo, pide insistente.

Y aunque algunos,
maquiavélicos tribunos
jamás te tendrán perdón,
para golpistas no son
los momentos oportunos.

Y entre nubes de arrebol,
en perenne pervigilio
te vela el pueblo español,
dispuesto a prestarte auxilio.


Esta poesía la haría el Poeta Sancho por los años 1.970

José Sancho Rodríguez

viernes, 11 de noviembre de 2011

POR MI SENDERO



Yo seguía la huella,
de algún lucero
y se cruzó una estrella,
por mí sendero.

Era cuerpo celeste,
reverberante
que de sur al oeste,
giraba errante.

Era su luz suave,
y soñadora,
de misterio tan grave,
como la aurora.

Corrí de tras de ella,
como un pequeño
de aparición tan bella,
quise ser dueño.

Y en alas de su luz,
trepando el viento
llegué en el cielo azul,
a su aposento.

Por tanta maravilla,
fui sorprendido
que en una pesadilla,
quedé sumido.

Despiérteme del sueño,
en un jardín
pintoresco y pequeño,
bajo un jazmín.

Nada de la vivido,
hallé a mí paso
abrasé perdido,
por el ocaso.

Y detrás de aquel astro,
a otras regiones
se fueron por el rastro,
mis ilusiones.

Y toda mi atrevida,
aventuraza
quedase reducida,
a la esperanza.

De que al seguir la huella,
de otro lucero
vuelva a cruzar la estrella,
por mí sendero.


José Sancho Rodríguez

jueves, 10 de noviembre de 2011

QUIERO SER TU PRISIONERA



Todos los mortales sueñan,
aunque no puedan dormir
siempre que en algo se empeñan,
difícil de conseguir.

Así, hay quien asegura,
y la razón le sustenta
que la vida representa,
una soñada aventura.

Creó, los ensueños bellos,
y deleitoso soñar
y hasta suelo de encontrar,
cosas reales en ellos.

Tengo un librito pequeño,
escrito con tinta roja
que describe eh cada hoja,
peripecias de un ensueño.

Aunque lo creas sandeces,
él te puede persuadir
que soñar es ciertas veces,
el consuelo de vivir.

Permítame que te cuente,
el sueño que anoche tuve
aunque pase por tu mente,
cual la sombra de una nube.

Soñé, que navegaba,
a Venecia, prisionera
La Mar estaba serena,
la noche tibia y callada
y sobre el agua rizada
brillaba la luna llena.

Pero veía en progreso,
tu ruborizarte pena
y quise posar un beso,
sobre tu frente morena.

Un indescriptible agravio,
mi tentación te causó
y el beso se me quedó,
congelado entre los labios.

Invadió la barca lora,
un silencio sepulcral
y tu rostro, la aureola,
que una aurora boreal.

Ancló mi barca pirata,
en la ciudad de los lagos
tu rostro sus visos vagos,
tornó en color de escarlata.

Ni a mirarte me atrevía,
temeroso a tus enojos
pero algo comprendía,
que me decían tus ojos.

Me pedían en si idioma,
aquel beso despreciado
“de amor palpitante axioma,
y que quedó congelado”.

Te miré con el temor,
de endurecerte otra vez
y me eclipsó tu candor,
y virginal timidez.

Entonces tú me miraste
y sin el menor exceso
con el calor de otro beso,
el mío, des congélate.

Y halagüeña y sonrientes,
me digites placentera
¡bésame que eternamente,
quiero ser tu compañera.

Las poesías de amor siempre van repletas
de palabras bonitas hacia las mujeres.
José Sancho Rodríguez.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL OJEO


¿Has visto algún ojeo
simpático amiguito?
pues si es tu deseo
hetelo aquí descrito,
dicen que es un deporte muy bonito.

Tiene también dos caras,
como todas las cosas,
ciertas costumbres raras
algo pecaminosas,
y manifestaciones ampulosas.

Arriban en sus coches,
los francotiradores
y engullen con derroche,
fiambres y licores,
todos en apariencia, son señores.

La infantería llega,
tras largo caminar
portando su talega,
un ligero yantar,
para sobre la marca repostar.

Se le atorga el derecho,
al equipo pedante
si algo de provecho,
encuentra en el sobrante,
que a veces suele ser, bueno y bastante.

A la furia humana,
órdenes se le dan
y en la cuenca cercana
cerrando el cerco van,
oteando los montes como un can.

Para pasar a otro,
lugar determinado
en la mula o el potro,
van los que no han dado,
según la tradiciones del pasado.
Sigue el de la talego,
su marcha jadeante
y otra vez se despliega,
cual águila rapante
sin acusar, cansancio su semblante.

Cuando llega la noche,
tornan a sus hogares
unos, van en el coche,
narrando los azares
y los otros, por medios muy dispares.

¿No crees amiguito,
que en la campestre fonda
sería más bonito,
la escopeta y la onda
formando fraternal, mesa redonda?.

Nada hay que lo estorbe,
nada hay que lo impida
pero así en todo orbe,
está constituida
la gran tragicomedia de la vida.


Bonitos verso narró el Poeta Sancho en aquella época.


José Sancho Rodríguez.

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL CABALLERO LABRIEGO


Es inútil cuanto intento,
se hace por olvidar
lo que graba el pensamiento,
cuando se empieza a pensar.

Y en mi pensamiento en flor,
grabó el pérfido destino
el anónimo dolor,
de mi hermano campesino.

Con él, he saboreado,
la constancia de su penas
y con él, arrastrado,
el peso de sus cadenas.

Siendo el ser sin excepción,
que más tiene que sufrir
es el que más ilusión,
le pone siempre al vivir.

El ser al que nadie nombra,
y del que nada se escribe
y sólo calor recibe
del sol que traza su sombra.

Es ser que de otro modo,
no sabe ganar el pan
y tiene que darlo todo,
y tomar lo que le dan.

De su estado se apodera,
tan noble gentil lo cuera
que le hace pasajera,
tan pesada desventura.

Contra partidas normales,
son para él, los reveses
y los más elementales,
considera pequeñeces.


Para él, el tiempo es oro,
y auque la escasez le abrume
la tierra que lo consume,
sigue siendo su tesoro.

Sus virtudes canto a coro,
porque es digno de alabanza
como arquetipo semblanza,
del labriego caballero
que perdiendo siempre el juego
nunca pierde la esperanza.


José Sancho Rodríguez

jueves, 3 de noviembre de 2011

BESO APRENDIDO


Tú, que cual la perdiz,
la alondra y la paloma
creciste tan feliz,
siempre de loma en loma.

En tu rostro campea,
la singular belleza
de todo lo que crea,
la gran Naturaleza.

Y al verte de ese modo,
natural, esplendor tanto
vino a besarte, todo,
el reino del encanto.

Te besó, el arroyuelo,
la fuente y la laguna
y a besarte, del cielo,
bajó el Sol y la Luna.

Te besaron las aves,
y las flores galanas
los céfiros suaves,
y la brisa tramontanas.

Crepúsculos y auroras,
desde los horizontes
y las faunas cantoras,
de los bravíos montes.

Y al beso que tu alma,
llegó más encendido
el que turbó tu calma,
te lo brindó Cupido.

Lógico es que no exista,
del “Beso” en los anales
mejor coleccionista,
de besos naturales.

Y aprendiste de aquella,
selecta colección
a “dar” el que más huellas,
dejó en tu corazón.

Por eso tú no besas,
cual todas las mujeres
como las vampiresas,
con tus ósculos hieres.

Y no vuelve jamás,
a cobrar el sentido
aquel, a quien le das,
ese beso aprendido.

José Sancho Rodríguez.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LLANTO CANTADO


Soy como el ruiseñor, que sólo entona.
su concierto más íntimo y sentido
cuando su amada vuelve hacía el nido,
y en el sombrío bosque la abandona.

Entre lo mas espeso de la zona,
y entre la zarzamora recluido
es un llanto en trinos convertidos,
lo que en sus soledades pregona.

Desde tu inesperada despedida,
es nuestro hogar, el bosque de mi vida
para ti, mis poemas elaboro.

y como el ruiseñor, nadie mi clave,
acierta a descifrar, y nadie sabe
si a través de mis versos, canto o lloro.


José Sancho Rodríguez.