viernes, 20 de febrero de 2015

PASION DE POETA.

  La sombra sobre el valle se extendía,
las aves ya volaban al otero
brillaba en el oriente ya un lucero,
y tu rostro de sangre se cubría.
  Eras como una estatua fría,
un símbolo fiel de la propia Ero
algo que definir no puedo y quiero,
encanar en mi humilde poesía.
  Al ver que te cubría transparente,
el velo de la virgen inocente
quise hacer un alarde de respeto.
  Y aunque tanto quisiera haberte hecho,
me di por complacido y satisfecho
con hacer tan solo este soneto.

      José sancho Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario