viernes, 4 de abril de 2014

PENSAMIENTO AL VUELO


Suspiraba un sabio un día,
antes el libro del querer
y en sus suspiros decía,
aquí la sabiduría
no tiene nada que hacer.

 Aquel que una tarde quiere,
y a la otra olvida
su propio corazón hiere,
por ver en otro una herida.

 De la cabeza a los pies,
puro y sin manchas se nace
luego en la vida es,
como la vida nos hace.

 Aunque se revaloricen,
los valores corporales
hay esas reglas que dicen,
tanto tienes tanto vales.

 No quiero ser bien dormido,
para ser más desvelado
ni me saquen del olvido,
para ser mal recordado.

 El estar enamorado,
no digo que es estar loco
pero un amor arriesgado,
tiene de locura un poco.

 Engañar a una mujer,
con promesas amorosas
no tiene nada que hacer,
“pero son muy bajas cosas”.

 La palabra que se da,
y no se piensa cumplir
siempre escuchándose esta,
aunque no se quiera oír.

 De la existencia a través,
no obres con ligereza
mira que luego después,
nada acaba como empieza.

 Si socorres a un mendigo,
no refieras lo que has dado
aunque no haya testigo,
Dios, te la tiene anotado.

 Si la suerte te protege,
no humilles al desdichado
que en este tejemaneje,
cambia mucho el decorado.

 A respondona mujer
no le plantees querellas
procura de en sordeces,
mejor que callarla a ella.

 No trates de despertar,
a tu señora si ronca
te es mejor escuchar,
los ronquidos que la bronca.

 Y aquí termino con estos,
pensamientos boleteros
simples esquemas modesto,
de proverbios verdaderos.

              José Sancho Rodríguez.

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