sábado, 12 de abril de 2014

RECUERDOS TATUADOS

       
Conocí a mi padre de yuntero,
que le era de noche en la besana
y para uncir la yunta en la mañana,
esperaba orto del lucero.


Financiaba la empresa un usurero,
que decía tener alma cristiana
y toda la cosecha limpia y sana,
tenía que pasar a su granero.


Aquel gran capitán, feudal cretino,
negociante del tipo más leonino
cólmele a mi padre la paciencia.

 Por ganarnos el pan, luchaba en vano,

y fuese a la Argentina ya un verano
dejándonos de dios, a la clemencia.


           José Sancho Rodríguez   
        

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