No hay cual la mía desventura,
al hombre que me ama, odio ingrata
y al que me tiene un odio, que me mata,
le quiero con delirio de locura.
Del que su amor me ofrece con ternura,
la indulgencia, el odio me desata
y el que tanto me insulta, y me maltrata,
con la ofensa disipa mi amargura.
No comprendo si soy la enamorada,
o una esquizofrénica amargada
que entre las llamas, de amor inmola.
Pero hiriendo al hombre que me quiere,
y queriendo al que cruel me hiere
me estoy clavando en mi cruz yo sola.
José Sancho Rodríguez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario