Déjame que te bese y que te llore,
cuando llegue la noche cada día
déjame que con versos y con flores,
adorne tu fiel fotografía.
Déjame que te haga compañía,
y que siga teniendo tu compaña
y que viva creyendo todavía,
que esto no es verdad, que Dios me engaña.
Aunque luego después pienso y demito,
que de mi amado ser, en el presente
queda tras una losa de granito,
un puñado de tierra solamente.
Y mientras a ser tierra voy contigo,
y aunque ya no serán muchas las veces
cada noche te beso y te bendigo,
y cada día más te lo mereces.
Bonitos versos para cuando le llegue a uno
desgraciadamente.
José Sancho Rodríguez.
miércoles, 10 de diciembre de 2014
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