domingo, 9 de febrero de 2014

NO MUELE NINGUN MOLINO


 NO MUELE NINGUN MOLINO

 
Siempre te dije mujer,
la vida son sueños vanos
la alegría y el placer,
se nos va de entre las manos.

 Te advertía cual fugaz,
resulta la juventud
y lo mudable falaz,
de su deslumbrada luz.

 La ilusión que nos incita,
a perseguir los deseos
como una flor se marchita,
por diversos ajetreos.

 La quimérica lujuria,
tan cargada de erotismo
a rapidísimo ritmo,
reduce a cero su furia.

 Todo queda reducido,
en un recuerdo pasajero
que el sepulcro del olvido,
suele ser su paradero.

 Siempre te hablé en serio,
de tan sinóptico axioma
y todo su magisterio,
era para ti una broma.

 No sé si tu inercia humana
o tu imperiosa deber
te hacían retroceder,
siempre diciendo mañana.

 Y de tus ojos el fuego,
ibame creando agravios
que me mitigaban luego,
la frescura de tus labios.

 Y el tiempo siempre tirano,
hora tras hora pasando
nos seguía  secuestrando,
la dicha de entre las manos.

 Ya nada tiene remedio,
tiempo y ausencia han triunfado,
y casi nos causa tedio
el recuerdo del pasado.

 Para que perder miradas,
hacia el andado camino
si con las aguas pasadas,
no muele ningún molino.

     José Sancho Rodríguez.

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