Yo hice con
la pobreza,
mí primera comunión¡bendita mí vocación,
que termina como empieza!.
Fui mayo miembro de una,
prole, pobre y numerosa
vetado por la fortuna,
esa hada caprichosa.
que por algo muy sencillo,
en la casa, serlo urgía.
recibía fresco baño
que me regalaba el cielo.
cuyo peso se crecía
hasta no poder con él.
Colgábalo en
una rama,
para que algo escurrieraen un silencios drama,
que recordar no quisiera.
y adheridos al asfalto,
se me quedaban detrás.
en la polismosa hueca,
de algún centenario olivo.
con el ciempiés o la araña,
propietario del local.
y cementeras buscaban,
hacia el pueblo, a campo abierto.
temeroso a la llegada,
ponía rumbo al poblado.
había cursado el daño,
que los cerdos habían hecho.
Mi pobre abuela tan buena,
con su bondad, me absorbía
de la temida condena
que pienso no merecía.
y un chico antes mi pasaba,
que del alcalde era hijo.
y el corazón a pedazos,
al suelo se me caía.
Y en mí onírica
quimera,
y casi odiando a mi padre,me decía !quien pudiera
ser el hijo del alcalde!.
refugiándome en él,
paraíso de mi sino.
he conseguido que sea,
la pobreza mi fortuna.
José sancho
Rodríguez.
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