martes, 1 de diciembre de 2009

DE UN BUEN AMIGO DEL POETA SANCHO

Ami, lírico incurable, su memoria me evoca estos versos, como broche final de mi humilde aunque grato trabajo.

Incansable trovador,
de cadencioso rimar,
fuiste del pueblo la voz,
templada al cálido sol,
de una pasión singular.

Tu poder de cultivar,
conquistó la admiración,
de la mente popular
toda tu historia un cantar,
toda tu vida un amor.

Gabriel Montero Santo.

El Saucejo Abril 1.994

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