lunes, 13 de agosto de 2012

MARIPOSA AGRADECIDA



Aquella mariposa,
que se enredó en tu pelo
de arribada forzosa,
y averiado el vuelo.

Y que yo puse a salvo,
con candidez de niño
y la copa del árbol,
la llevé con cariño.

Pasó revoleteando,
por entre el seto espeso
y me sorprendió cuando,
te estaba dando un beso.

Creyéndome sin duda,
en tu pelo enredado
quiso prestarme ayuda,
cual yo le había prestado.

El insecto inocente,
ni amaba ni sabía
cual era diferente,
su prisión y la mía.

Ella, muerto se hubiera,
si yo no la protejo
mientras que yo muriera,
si de besarte dejo.


José Sancho Rodríguez.

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