jueves, 28 de abril de 2011

EL HUERTO QUE YO TENIA

EL HUERTO QUE YO TENÍA

El huerto que yo regaba,
tan a menudo cada día
y tantos frutos me daba,
ha perdido su alegría.

Cuando tenía mucha sed,
regarlo yo no podía
porque tenia que hacer,
el trabajo, cada día.

Auque tenia mucho agua,
el huerto no la absorbía
en la mente se quedaba,
un día, espera otro día.

Que pena tener un huerto,
y no poderlo regar
por esa falta de tiempo,
que era, para trabajar.

Y ahora que tengo tiempo,
y ganas para regar
no hay quien se coma un pimiento,
por que el huerto no da más.

El huerto no tiene estiércol,
ni agua para regar
todo se ha quedado seco
lo mismo que un manantial.

Cando todo esto tenía,
era un jardín muy frondoso
ahora es una tierra baldía,
que ya no atraen los ojos.

Ya no crecen las cebollas,
ni habas, ni zanahorias
ni produce chirimoyas,
que daban gusto de glorías.

Todo se va consumiendo,
con el paso de los tiempos
lo mismo que van cayendo,
los pueblos y monumentos.

Escrita, por José Sancho Sierra
para la tercera edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario