domingo, 25 de octubre de 2009

LA PENA.

Huracán que fácil mueves,
de la dunas las arenas
¿tan pesadas son mis penas
que a moverlas no te atreves?

Con tal de que te las lleves,
arráncalas de un tirón
si hiéreme el corazón,
sanará como la encina,
que una rama en la colina
la desgaja el aquilón.

Mas, si con ella me djas,
me seguirá torturando,
y me siguiré quejando
sin que nadie oiga mis quejas.

Como del árbol alejas,
las hojas que le degranan
¿por qué, las promesas vanas
que fueron mis ilusiones
no arrastran a las regiones
desérticas y lejanas?.

La pena que me cautiva,
la mas triste y agresiva
que sufre el órgano humano,
es para mí un arcano
y lo será mientras viva.

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